jueves, 22 de febrero de 2007

CRUCE DE LOS ANDES 2005

COLUMBIA CRUCE DE LOS ANDES 2005
San Martín de los Andes / Pirihueico
Paso Hua Hum
12/14 Febrero de 2005



Todo empezó en Noviembre del año pasado cuando supimos de la existencia del Cruce de los Andes y los más entusiastas del grupo se decidieron a correrla. De ahí en más fueron y vinieron los e-mails, nos juntamos todos los días a discutir si la calza larga o la corta, cerveza de por medio por supuesto, si ibamos en bondi o en auto, si fulanito corría con sultanito, etc.etc.etc. Todo era una incógnita hasta que el 20 de diciembre cada uno tomó la decisión, pagamos la inscripción y se formaron 5 equipos.

Qué difícil fue entrenarse en las vacaciones! Mucho más aún tener que volver a despegar de la city y tomarse otras mini vacaciones dejando miles de cosas colgadas.

Y así llegó el 12 de Febrero. Más que un grupo de EcoAtletas, parecíamos de algún servicio de mudanza, la cantidad de bultos que teníamos era una cosa de locos, y además teníamos que hacer 2 trasbordos. El viaje de ida fue algo accidentado, pero gracias a Dios llegamos todos sanos y salvos.

Y de a poquito fueron llegando todos los Tamanduas, y completándose los equipos. Yo corría con Héctor Budeguer, nuestro querido capitán y guia. Fernando y Agustín Soler formaban el team II con objetivo incierto. Benja y Deborah estaban bien enchufados, habían hecho una lindísima carrera en Tafí. Peri y Pablo la tenían clara, el primer día iban a caminar, el segundo a trotar y el tercero a correr. Y Pablo y Raul Tracanna habían contratado hasta un nutricionista. Como verán, para todos los gustos.-

Y de pronto nos encontramos todos los tucus a orillas del Lago Lolog, saludándonos, deseándonos suerte, nerviosos pero contentos por semejante desafío. 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, y salió el tropel en medio de una nube de polvo. Al rato y sin darnos cuenta ya empezamos a correr en medio de las rosas que nos lastimaban los brazos, yo decía para mis adentros, tanto nos habían hablado de tener cuidado con las cañas y peor parecían los rosales. La vista al lago nos llenaba de energía para seguir corriendo, realmente impresionante. Y creo que todos nos quedamos boquiabiertos cuando desembocamos en la Playa del Melón, qué lugar increíble!!! Pero la alegría duró poco, empezó el ascenso, largo y sin descanso. Héctor se había doblado el tobillo entonces parábamos de vez en cuando para que estire y se recupere. A pesar del cansancio me deleité con la sábana de flores naranjas que crecían abajo del bosque. Al terminar la cuesta nos encontramos con una senda muy pero muy linda para correrla de punta a punta, las bajadas no eran muy pronunciadas sino suavecitas. Nos maravillamos en esos bosques en los que los árboles casi tocaban el cielo. Después de 5 horas agotadoras, sin sorprendernos antes con un pantano, llegamos por fin al valle de la Estancia Quilanlahue.

No teníamos ni fuerzas para “arrastrar” el container, no sé de dónde sacamos energía y lo dejamos tirado por ahí y nos fuimos a bañar en el rio. Había que ir cada vez más lejos porque estaba lleno de playas nudistas. Tuvimos que hacer malabarismos para lavarnos el pelo sin contaminar el agua. Llevamos caramañolas y nos enjuagamos en la orilla.

Y de pronto ya estaban todos los Tamanduas en el campamento armando las carpas, inflando las colchonetas, haciendose chistes con los Mendocinos, tomando cerveza. Sin querer queriendo nos agarró la noche y después de la emoción de ver las imágenes en la pantalla gigante, nos fuimos a dormir.

Qué frio a la mañana siguiente!!! No nos podíamos ni mover. No sé cómo hicimos para desarmar TODO y ponerlo en el container, no entraba ni un alfiler más. Pero de a poquito empezó a salir el sol y a calentarnos el cuerpito. Nos dimos cuenta que la carrera seguía y nos empezamos a mover. Esta etapa fue muy linda realmente, con muchas bajadas en sendas en su mayoría limpias, seguimos cruzando bosques y lugares increíbles. Nicanor Gonzalez del Solar nos indicó que faltaban 4 kms. pero eran para el prox. arroyo, no para la llegada, qué bajón!!! Hector estaba embaladísimo, traté de seguirlo al mango, a veces pude, otras no, y llegamos en 1:53’ al Lago Nonthue, donde disfrutamos de una tarde fabulosa en un lugar fantástico. Nos bañamos en las aguas cristalinas del lago, hicimos un copetin y disfrutamos de la tarde. Cuando el sol se ponía detrás de las montañas, nos volvimos a emocionar con las imágenes de la carrera.-

Y llegó la “tercer largada”, que garrón volver a cambiar el aire. La carrera estaba casi empatada en la punta, había una “tensión”. Héctor estaba a 1.000, lo perdí en los primeros metros, alguien me empujó de atrás, me enojé. De ahí nos posicionamos en el segundo grupo de la carrera y mantuvimos el ritmo. Pasamos por una cascada mágica, por sobre el Rio Hua Hum con sus aguas verde esmeralda, las bajadas eran tremendas, llegamos a la maderera y ahí tomamos un camino interminable, no hablábamos, estabamos fundidos pero no queríamos parar. Escucho un Ay! A Héctor le había picado una chaqueta amarilla en la oreja, qué gracioso, no nos pusimos repelente en toda la carrera y lo viene a agarrar corriendo. De pronto nos pasan 2 gacelas, eran los chicos del equipo Merrell, qué placer verlos correr!!!! El camino se hizo interminable hasta que un buen cristiano nos indicó que faltaban solo 1.600 mts.. Venían varios equipos atrás, no sé como pero aceleramos, nos habiamos puesta la meta de demorar menos de 3 horas, y llegamos a la playa del lago Pirihueico y el reloj marcaba 02:59, picamos hasta la meta y de pechito al piso, 02:59:40. Misión cumplida.

Gracias Héctor por haberme acompañado en tan maravillosa carrera, por haberme dado ánimos, por haberme transmitido generosamente toda tu experiencia, por que te comiste tu lesión para no fallarme, sin quejarte, con una actitud positiva y optimista todo el tiempo, y eso es lo importante LA ACTITUD QUE LE PONGAMOS A LAS COSAS, si no nos cargamos con ondas positivas, nunca vamos a triunfar.

“EL HECHO DE CORRER Y TERMINAR UNA CARRERA DE ESTAS YA NOS HIZO GANADORES A TODOS”

1 comentario:

deborah dijo...

"EL ESPEJO DE MARIANA"

Una carrera corrida con cuerpo y alma.

Un relato que te hace vivir y correr una carrera aunque no hayas estado ahí.

Un relato que te hace llegar hasta las lágrimas.

Alguien que se acuerda de todos a la hora de dar.

Alguien que se acuerda de todos a la hora de agradecer.

Alguien que vive la vida con todas las ganas y energía.

Alguien que se hace querer.

Alguien rodeado de afecto y alegría.

Con el cariño de siempre.
Deborah