Participar de una carrera como el Trasmontaña es un privilegio y nadie debería perderse la oportunidad de correrla. Era mi primer carrera de MTB ¡!! Y la verdad que tenía muchos nervios, pero viviendo en Tucumán, cómo podía dejar de participar? Y fue una alegría haberme decidido a correrla, una experiencia lindísima.
Empezamos con el pie izquierdo, llegamos tarde a la largada, la organización “puntualísima” largó en horario como debía ser, y así largamos últimos de la categoría, sin entrar en calor y con bastantes nervios (por lo menos de mi parte). Me olvidé de presentarles a mi compañero, el gran hermano Marito, el mejor que tengo (bueno, solo tengo dos y el otro juega al golf), pero bue, el tiene mucha garra, corazón y actitud, es la sangre ¡!! Ya en la calle 15 nos agarró un poquitín de embotellamiento, pero pudimos bajar sin problemas, recién en el rio se me pasaron los nervios de la largada y pude cambiar el aire. Le pusimos un ritmito interesante hasta llegar a la Sarita donde nos esperaba nuestro team de asistentes, parece que estaban escondidos porque no vimos a nadie, pero la verdad que no fue necesario, recién habíamos empezado, asi que sin pausa empezamos a encarar la terrible subida a las S. Pulsaciones por las nubes pero piernitas enteras. “Nena, estás paseando” me decía Marito, hasta que decidió engancharme. Bajada de Los Chanchos buenísima, y encaramos la subida al Telégrafo. La verdad que en esta parte me porté bastante bien, no me retaron. Al fin llegamos a la bajada de Las Lenguas, la verdad que aprendí a disfrutar de las bajadas y esta es UNICA, lo que si tenía una capa de polvo mayor a la que había visto la última vez, asi que fue medio complicado hacerla. A Marito se le rompió el tira-tira, asi que paró a arreglarlo y yo bajé sola y feliz. Por suerte el equipo de asistentes estaba en pleno, Deborah, Manolo, Fernando, y mis hijitas Guadita y Josefina. Pero Gran Hermano no me dejó ni comer una banana, asi que lo único que pude hacer es saludar. Pasamos por debajo del puente, había bastante gente, super cariñosa y encaramos la subida al alargue. La suerte me volvió a sonreir, Marito se paró a arreglar el tira-tira y yo volví a subir sola y feliz. Feliz hasta que me topé con un par de piedras, que tuve que bajar para pasarlas, y donde JOSE DILASCIO tuvo el placer de putearme injustamente. Fue el único incidente que tuve, el resto de los PRO que nos llegaron a pasar fueron unos caballeros y demostraron lo buenos deportistas que son. En la bajada del alargue me enrosqué contra un poste pero salí ilesa. Ahí estaba todo el team de asistencia, me dieron permiso para tomar un antinflamatorio. Seguimos viaje mientras me recuperaba del golpe. Yo ya quería pasear, Marito quería ganar ¡!! Sin embargo me permití pasear en las 33 viviendas, subí tranquila en 1-2. Ya no faltaba nada, quedaba la ruta y listo. De golpe me empecé a sentir bárbaro, en cambio Gran Hermano venía medio fusilado por el esfuerzo, asi que mudito mudito ibamos rodenado el Cristo y cruzamos la meta super mil chochos. Misión cumplida. Ah! Me olvidaba! Salimos 2º en la categoría.
Pero la verdad que lo más lindo de este deporte es que tenés la posibilidad de conocer gente de primerísima, y yo tuve tres alojados de lujo en mi casa, Maribin Berruti, Corina Butti y Mauro Ayeza, no solo corredores de aventura de primer nivel, sino personas sencillas y excelentes, asi que el fin de semana fue completo. Gracias por venir, qué bueno que se animaron.
Especiales congratulations a Marcela y Virgina, a mi Profe Andrew Wheeler, quien se las ingenia para que pueda correr “todo” y al Mocho López Rios, a Hugo Marcantonio, a Huguito Zerdán, qué espíritu que tenés!!!, a Sergio Silva, Victoria Marti Coll y la Flia. Kachurousky porque la organización fue impecable.
No se olviden que IMAGINAR es la fuerza que mueve al mundo y ... si lo podés imaginar ... lo podés lograr.
Hasta siempre,
Mariana
martes, 21 de agosto de 2007
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